Las vacaciones deben ser relajantes, no un flujo constante de situaciones estresantes. A continuación, 5 tips para tener unas vacaciones sin estrés.
1. Quítate la presión
¿Alguna vez has sentido la necesidad de hacer que un viernes por la noche sea lo más divertido y termina siendo todo lo contrario? Cuando tienes pocos días de vacaciones, además de una agenda agitada, organizar un viaje puede convertirse en algo estresante. Por ello al momento de armar tu viaje, no te presiones.
2. Mantenga un itinerario flexible
Es importante recordar que los imprevistos pueden suponer gran parte de sus vacaciones. No querrá que un vuelo retrasado o una excursión cancelada echen por tierra todo su itinerario. Intenta planificar algunas actividades para días concretos, pero deja algunos días completamente abiertos. Cuando tu horario es flexible, no tienes prisa por completar todo lo que hay en tu lista; estás explorando una calle escondida, recuperando el sueño en la playa durante unas horas o relajándote en un café, aprendes a disfrutar del tiempo libre, que es la única razón por la que te fuiste de vacaciones.
3. Establece un objetivo colectivo para tu viaje
Viajar con otras personas puede resultar muy estresante a veces, porque cada uno tiene diferentes preferencias. ¿Qué pasa si tu pareja quiere un día de playa y tú quieres ir a explorar el casco antiguo? ¿Y si tus amigos esperan que este viaje sea un fin de semana de fiesta, y tú estás deseando relajarte y ver películas en la cama del hotel? Cuando planifiques tus vacaciones con otras personas, discute con tu grupo para establecer un objetivo colectivo para el próximo viaje: ¿buscas relax, aventura, romance o diversión? Así evitarás esos momentos incómodos en los que te das cuenta de que tus expectativas difieren de las suyas.
4. Investiga con antelación
Es y será siempre una buena idea investigar todo lo que pueda sobre el destino: Investiga todo, desde el transporte público, las opciones de restaurantes, los presupuestos de los taxis y los requisitos de los visados. Cuanto más sepa antes de partir, mejor.
5. Lleva poco equipaje
Todos hemos sido culpables de empacar en exceso. Demasiado equipaje hace que las inevitables luchas del viaje -ir y volver del aeropuerto, esperar para registrarse en el hotel, lidiar con el reclamo del equipaje- sean mucho más difíciles. No te compliques la vida y empaca sólo lo necesario; es más fácil decirlo que hacerlo, pero hay ciertas cosas como por ejemplo secarse el pelo al aire y deja el secador en casa. No metas en la maleta los zapatos que sabes que nunca te vas a poner. En lo posible evita la maleta grande para que no tengas que esperar en el aeropuerto, y lleva solo equipaje de mano. Es mejor no llevar suficiente equipaje y estar cómodo que llevar demasiado y estar agotado.
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